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miércoles, 29 de febrero de 2012

Mudanzas, mudanzas y mudanzas!!!

“Al día siguiente vamos a la casa, tomamos posesión de ella. Es verano, de manera que no tenemos frío, todavía no. La casa se encuentra lejos, en una calle llamada de Canillas, dentro de un barrio conocido con el nombre de Prosperidad. Se trata de un suburbio, pero todavía no sabemos qué es un suburbio, por lo que tampoco captamos la contradicción.
Los críos nos entusiasmamos al ver aquel jardín, aquel patio, aquellos cuartos traseros llamados talleres.
No nos cansamos de subir y bajar escaleras, de abrir puertas, de descubrir rincones nuevos.
La llegada, de momento confirma lo que decían las bocas.
No tardaría mucho en cumplirse lo que expresaban los ojos.”

No sé si será correcto el poner un fragmento de un libro sin el permiso del autor o de quien corresponda. Pero este libro me encanta, y este fragmento representa lo que sentía yo cuando era chica, y sigo sintiendo ahora cada vez que me mudo.
Desde que tengo memoria me he estado mudando de casa una y otra vez…

ANTES QUE ME OLVIDE, EL LIBRO SE LLAMA “EL MUNDO” Y EL AUTOR ES JUAN JOSE MILLÁS.

Era re lindo el cambio, la novedad, buscar nuevos comercios, plazas (aunque mamá nunca nos llevaba), observar, criticar y reírnos de los nuevos vecinos…
Siempre la llegada confirmaba lo que decían las bocas: nosotras nunca íbamos a conocer la casa antes de mudarnos; mis padres eran los que tomaban la decisión, la iban a conocer y después nos contaban lo maravilloso que sería todo, cómo en la nueva casa sería todo diferente…un nuevo comienzo…
 Pero al llegar nos dábamos cuenta que al llenar la nueva casa con nuestros viejos muebles, todo sería casi igual… Que al tiempo de estar viviendo ocho niños con sus padres y algún que otro familiar allegado que pasara una temporada, la casa empezaría a romperse, las paredes comenzarían a mancharse; que mamá nunca iba a tener tiempo de arreglar el jardín, ni siquiera de plantar una puta florcita…

Y así siempre, cada par de años se repetía la misma secuencia… pero mi corazón de niña se olvidaba de todo y se volvía a alegrar por el nuevo comienzo y la nueva y maravillosa vida que tendríamos en la nueva casa….
Lo que demuestra que todavía llevo latente en mí la niña que fui, porque me estoy por mudar, y hace como un mes, cuando decidí mudarme con mi hermana M y su amiga, no dejo de imaginarme cómo será nuestro apartamento, cómo lo vamos a decorar, y las reuniones que vamos a hacer con nuestros amigos…


Hoy fuimos a ver casas y apartamentos. Los dos primeros eran enormes, antiguos, con techos altos, pisos de madera, grandes ventanales llenos de luz, pero un poco desprolijas las paredes y las esquinas. Y con el piso característico de las casas antiguas, que no me gusta mucho. Y el precio bastante razonable, menos de lo que estábamos dispuestas a pagar.
El tercer apartamento me encantó: linda zona, cerca de la rambla, a tres cuadras! De la ventana vemos el mar. El edificio re lindo y moderno. Pisos de parquet, lindos placares, habitaciones chicas y de techos bajos. Era justo lo que tenía en mente cuando decidimos mudarnos las tres juntas. Pero a las chicas les pareció demasiado caro y muy chicas las habitaciones. Tenían razón, los cuartos de los apartamentos antiguos eran el doble de grandes que los de éste…
Así que no nos decidimos aún, y vamos aseguir buscando apartamentos. Yo me sentí re mal, como que no estoy ayudando en nada, pero estoy sin Internet, trabajo hasta 12 horas por día y a veces también los fines de semana y no tengo tiempo para ir a un Cyber y conectarme a buscar apartamentos. Intenté ayudar en los trámites para conseguir la garantía de alquiler, pero por mi trabajo no puedo servir de garantía… maldita burocracia!!

En fin, si tuviera Internet estaría buscando casas, llamando y concretando visitas, y no me estaría quejando ni pretendiendo que todos me ayuden… pero parece que la amiga de mi hermana no piensa igual… no me gustó nada su actitud, sólo se quejaba y buscaba lo mejor para ella. Que le queda mejor cerca del trabajo, que el apartamento tiene que tener balcón (por su gato), que dónde colgamos la ropa, que la zona no me gusta mucho, que bla bla bla…

Estamos buscando apartamentos de tres cuartos, pero si no lo conseguimos, mi hermana y yo estamos dispuestas a compartir habitación, y así mismo pagar un tercio cada una. Toleramos su gato y que ella fume porro todo el tiempo… o sea…
Ella tiene 38 años y vive con su madre… debería ser un poco más tolerante, es lo que opino…

En fin…
Es la historia de mi vida. Ilusionarme con la idea de la mudanza, imaginarme una casa re linda y unos muebles hermosos que voy a comprar y otros que voy a diseñar… y llegado el momento nos mudamos a una casa parecida a las que he vivido siempre, y con los mismos muebles que he tenido siempre…

Lo peor de esta vez, es que la amiga de mi hermana tiene muchos muebles clásicos de una casa de una solterona con su gato, de los que no está dispuesta a desprenderse. Está el típico sillón señorial y acolchonado, la gran mesa de comedor, de vidrio, con sus sillas de metal con los respaldos redondos… cuando se fue estuvimos muriéndonos de risa con mi hermana de ésto… jajaja

Lo que estoy pensando ahora, es que si la amiga de mi hermana lee esto se va a enojar mucho conmigo… y peor si lo lee mientras estemos viviendo juntas! Por suerte nadie sabe que escribo acá. Saben que tengo un blog, pero no creo que lo descubran nunca. O eso espero, ya que más de una persona se va a enojar, se va a ofender y va a dejar de hablarme… OMG!!!

Pronto escribiré sobre mi nuevo y maravilloso hogar, y de las reuniones que vamos a hacer con nuestros amigos.
 Aaahhhhhh



Saludos,
Loly L

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